Es decir, almacenar todo tipo de datos y
ficheros en servidores de terceros para que estén disponibles desde cualquier
dispositivo con acceso a internet. En este post trataremos de analizar sus
implicaciones jurídicas, que hemos de enfocar en la protección de los datos de carácter personal, puesto que entre los
datos almacenados, muy probablemente haya datos de clientes, empleados,… de los
que somos responsables.
Pues bien, podemos resumir en dos los problemas
y/o precauciones que debemos tener en cuenta a la hora de utilizar este tipo de
servicios:
·
Garantías
del prestador de servicios.
Quién pone a nuestra disposición el servicio de
cloud computing a través de su infraestructura, es denominado por la Ley
Orgánica de Protección de Datos (LOPD) como “encargado de tratamiento”. Ello supone que en el trato de datos
personales deberá cumplir una serie de obligaciones (seguridad, no
utilización,…) que deberán estar previamente fijadas y garantizadas. Para ello,
es siempre recomendable un contrato en el que se fijen las obligaciones de las
partes de manera que se deje constancia, pudiendo ser suficiente con unas
condiciones de contratación fijas establecidas en la web. Recordemos que somos
responsables de los datos que se vayan a alojar, por lo que debemos cerciorarnos
de que se gestionarán de manera adecuada, y su uso fuera de los límites de la
LOPD puede conllevar sanciones económicas.
·
Deslocalización.
Es además habitual que los servidores que
prestan este servicio estén ubicados en otros países. En caso de que estos
países queden fuera del alcance de la normativa europea o no garanticen un
nivel adecuado de protección, se producirá una transferencia internacional de
datos que requiere una serie de trámites ante la Agencia Española de
Protección de Datos. En caso de no contemplar estas medidas, infringiríamos
la LOPD y estaríamos también en este caso expuestos a eventuales sanciones.
En conclusión, el cloud computing es una gran
herramienta que facilita la actividad de muchas empresas, sin embargo, antes de
utilizarlo conviene realizar un análisis adecuado que determine si el medio que
queremos utilizar respeta toda la normativa para evitar posibles sustos.